La vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, aseguró, durante la clase magistral que inició el Diplomado en Medidas Coercitivas Unilaterales, que las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela se han constituido históricamente en un arma para atacar a aquellos países que no se han alineado con sus intereses.
Enfatizó que este tipo de agresión es una táctica que acostumbra aplicar el gobierno estadounidense para apropiarse de los recursos naturales de otras naciones. “Hay un objetivo geoestratégico que son los recursos energéticos para la seguridad, entre comillas, de los Estados Unidos, y por eso el 46% de las reservas mundiales de petróleo están concentrados en 6 países, de esos 30 que están bajo sanciones”, destacó.
Más de 37 mil medidas de este tipo han sido impuestas por Estados Unidos. La Vicepresidenta detalló que 28 mil 573 son de Rusia; 1.039 de Venezuela; mientras que Irán cuenta con 2 mil 819.
Seguidamente, explicó que en la actualidad el 25% de la producción petrolera diaria está bajo sanciones, lo que significa que “no entra dentro de las reglas del mercado, porque es un crudo que se vende con descuento, con dificultades en materia del traslado de los buques. Es mucho más costoso, entonces allí sabemos que hay una intencionalidad”, afirmó.
Asimismo, la vicepresidenta Rodríguez acentuó lo que significa en el escenario mundial el reagrupamiento de algunos países que hoy lideran una posición antihegemónica, con una visión del multilateralismo en defensa del Derecho Internacional, haciendo referencia a los BRICS.
“Del total de las reservas mundiales de petróleo, el 42% pertenece a países que están en los BRICS. Hoy es la alternativa, y un 19% de las reservas mundiales las tiene Venezuela. Entonces, entendamos que esta política de agresión económica no es una política transitoria, ni es una política que se concibió solamente en el año 2015”, señaló.
Manifestó que en la historia de América Latina, dos corrientes ideológicas han marcado el rumbo geopolítico de la región. Una de ellas es el monroísmo, que se presenta en la concepción del continente como el patio trasero de los Estados Unidos. En este sentido, subrayó que por eso, en 2015, el presidente Barack Obama declaró a Venezuela como una amenaza para su política exterior, ya que la defensa de la soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano van en contra de los intereses expansionistas estadounidenses.
La vicepresidenta Ejecutiva ratificó que Venezuela, al poseer las mayores reservas de petróleo del planeta, es un objetivo estratégico para la seguridad energética de la nación norteamericana. Sentenció que ante este panorama, la Independencia Nacional debe defenderse todos los días, en el marco de la Ley Antibloqueo, en la que se ratifican los principios constitucionales.
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